MANOS CAMPESINAS PARA LA PAZ Y LA LIBERTAD



Inició su trabajo como lideresa comunitaria y social desde la muerte de su padre en 1985. Aprendió de él su constancia, su entrega al trabajo, por eso quiso seguir su ejemplo; comenzó como líder de su vereda realizando reuniones con otros núcleos rurales de la región, para socializar sus necesidades y buscarles solución  a la problemática de pobreza, a los atropellos y muerte de campesinos por los actores armados de la zona. En octubre de 1985 asesinaron a su compañero, hecho lamentable que causa una profunda preocupación.
 

Con el nacimiento de su primer hijo en 1991, tuvo que velar por todas las necesidades debido a que el padre nunca lo reconoció. Con la presencia permanente de su hijo, inició su proceso de capacitación. Asistía con él a los espacios de formación y así mismo, transmitía sus conocimientos a las campesinas y campesinos de la zona de lo que iba aprendiendo en el camino.
 

En constancia por su labor, la comunidad la propuso como aspirante al Concejo, siendo elegida en 1987 como concejal suplente y luego en 1998 como principal. El 10 de mayo de ese mismo año, junto con otros concejales fue secuestrada por las FARC durante 30 días, una dura experiencia de cautiverio y una gran angustia por estar alejada de su hijo. Al siguiente año, el 8 de enero de 1999, las AUC asesinan a su hermano candidato a la alcaldía. Nélida lo reemplaza pero no llega a ser elegida. Esta mujer campesina se propuso liderar la sustitución de los cultivos de coca en la región, hacia la  palma, el caucho y el pancoger.

Ha pertenecido a varios procesos liderados por la Diócesis de Barrancabermeja como el Programa de Desarrollo y Paz de Magdalena Medio. Desde el 2010 hace parte del Colectivo Meta de San Pablo, del programa Fortalecimiento de la Democracia Participativa y Empoderamiento Social en Colombia, apoyado por AECID en Colombia.